martes, 1 de septiembre de 2015

Se conocen como cebra (o zebra, grafía en desuso[1] ) a tres especies del género Equus propias de África, Equus quagga (cebra común), Equus grevyi (cebra de Grevy) y Equus zebra (cebra de montaña); al mismo género que pertenecen también los caballos y los asnos. Etimológicamente, la palabra cebra que utilizan los hablantes de castellano proviene de la palabra galaicoportuguesa zevra, que significa "asno salvaje".El nombre genérico Equus proviene del latín y significa "caballo". En cuanto a los nombres específicos, grevyi es en honor del Presidente de Francia Jules Grévy; quagga es el nombre dado por el pueblo Khoikhoi a estos animales; y zebra hace referencia a la palabra galaicoportuguesa mencionada más arriba. El nombre zevra deriva del nombre del "zebro" o "encebro" (Equus hydruntinus), una especie de asno salvaje, o quizás caballo salvaje similar al tarpán, de cuartos traseros rayados que habitó la Península Ibérica por lo menos hasta bastante avanzada la Edad Media. Cuando los portugueses empezaron a explorar el litoral africano y llegaron al Cabo de Buena Esperanza, a finales del siglo XV, encontraron unos equinos rayados que, por su forma y medida, les resultaron notablemente similares a las hembras de los zebros, por lo cual les dieron el nombre de zevras. Aunque las rayas blancas y negras que presentan las cebras sea una característica común, las tres especies de cebra no tienen una relación más cercana entre ellas que la que tienen con otros animales del género Equus. Además, la característica común de las rayas tampoco es tan definitiva; una de las subespecies de cebra común, la extinta quagga sólo tenía rayas en el cuello. Por otro lado, hay otros perisodáctilos que también tienen rayas en las patas. A pesar de que tienen una morfología similar a la de los caballos, son más pequeñas, con un tamaño medio de 2,3 metros de longitud, 1,2-1,5 metros de alto en la cruz y un peso de aproximadamente 300 kilogramos, a pesar de que las cebras de Grévy pueden llegar a pesar hasta 450 kilogramos. En esta última especie, los machos y las hembras tienen un tamaño similar, pero en las cebras comunes y las cebras de montaña los machos son ligeramente más grandes. Las cebras tienen un total de cuarenta dientes: doce incisivos que utilizan para cortar y arrancar trozos de vegetación, cuatro caninos, doce premolares y doce molares, todos utilizados para moler el alimento antes de tragárselo. Las cebras tienen un excelente sentido de la vista. Se cree que pueden ver en color. Como muchos ungulados, las cebras tienen los ojos a los lados de la cabeza, dándole un amplio ángulo visual. Las cebras también tienen visión nocturna, a pesar de que no es tan avanzada como la de la mayoría de sus predadores, pero su buen oído lo compensa. Las cebras tienen un gran sentido del oído, y tienden a tener orejas más grandes y redondeadas que los caballos. Como los caballos y otros ungulados, las cebras pueden girar sus orejas en casi cualquier dirección. Además de una buena vista y oído, las cebras tienen un agudo sentido del gusto y un sentido del olfato muy sensible al humo, esencial para sobrevivir a los incendios. La esperanza de vida media de las cebras es de unos treinta años, a pesar de que pueden llegar a vivir hasta cuarenta años en cautividad. En estado natural, donde los predadores representan una amenaza constante para estos animales, la longevidad media es de aproximadamente doce años.
caracteristicas e informacion de las ballenas Las ballenas pueden pertenecer tanto al suborden de los Odontocetos, es decir, cetáceos con dientes como el cachalote, orca, beluga, etc. así como ser parte del suborden de los Misticetos, que en vez de dientes, cuentan con estructuras llamadas barbas, encontradas en la ballena azul, jorobada o gris. Las ballenas están presentes en todos los océanos del mundo. A pesar de lo anterior, se denomina estrictamente ballena a los miembros de los géneros Balaena y Eubalaena.
Descripción de las ballenas Su cráneo puede abarcar hasta un tercio de la longitud del tamaño de su cuerpo. Los balénidos generalmente miden entre 15 y 17 m de longitud y pesan entre 50 y 80 toneladas. Otros cetáceos superan estas medidas, como la ballena azul, el animal más grande que jamás se haya registrado en el mundo, que puede llegar a la impresionante medida de 30 m de longitud y pesar poco más de 170 toneladas. Para tener una referencia en cuanto a la dimensión de su tamaño, tan solo en su larga lengua podrían caber hasta 20 personas de pie. Por su parte, muchos cetáceos odontocetos miden un par de metros, pero el tamaño es variable. Debajo de su piel contienen una gruesa capa de grasa que almacena energía, regula su temperatura y las protege. Su corazón es de cuatro cámaras y carecen de aleta dorsal. A diferencia de otros mamíferos, las ballenas no duermen completamente ya que podrían ahogarse. Es por ello que un hemisferio de su cerebro dormita, mientras el otro permanece consiente y alerta. Los misticetos se comunican entre ellos por medio de sonidos melódicos, lo que se conoce popularmente como “canto de ballenas”. Estos también incluyen pulsaciones, zumbidos, chirridos y ruidos ultrasónicos de baja frecuencia. Alimentación de las ballenas dieta incluye pequeños crustáceos, peces, camarones, krill y organismos microscópicos para el ser humano. Debido a su enorme mandíbula, pueden devorar de un bocado, miles de estos pequeños animales marinos.